Los bonos del Tesoro tokenizados han alcanzado récords históricos en volumen, facilitados por su integración en plataformas blockchain que permiten la compra, venta y fraccionamiento con transparencia y rapidez. Esto atrae tanto a grandes fondos como a inversores minoristas, quienes ahora pueden acceder a este activo seguro con montos muy bajos, aumentando la inclusión financiera y la liquidez del mercado.
En el sector de la agricultura y recursos naturales, la tokenización permite certificar la propiedad y cadena de custodia de productos como granos, minerales o metales preciosos. Con contratos inteligentes, los pagos y transferencias se automatizan, mejorando la eficiencia y reduciendo fraudes o disputas. Además, esta tecnología da pie a nuevos modelos de financiamiento mediante activos reales y respaldados por producción tangible.
Otro uso emergente es la tokenización de derechos de propiedad intelectual y licencias, que facilita la monetización y transferencia de estos activos intangibles. Artistas, desarrolladores y empresas usan estos tokens para financiar proyectos y compartir ingresos de forma directa y transparente, agilizando la gestión de derechos y eliminando intermediarios tradicionales.
La combinación de estos casos amplía el ecosistema financiero descentralizado (DeFi), vinculando el mundo digital con el real de manera segura y confiable. Se espera un crecimiento explosivo de estos modelos en regiones como Europa y Asia, apoyados en marcos normativos cada vez más claros que impulsan la adopción global.