La tokenización de activos del mundo real ha ido más allá de las simples propiedades inmobiliarias para abarcar una variedad impresionante de sectores en 2025. Entre los casos de uso más innovadores destacan la tokenización de bonos del Tesoro, préstamos sindicados y commodities, que abren nuevas oportunidades para la diversificación y acceso en mercados previamente opacos o restrictivos.

Los bonos del Tesoro tokenizados han alcanzado récords históricos en volumen, facilitados por su integración en plataformas blockchain que permiten la compra, venta y fraccionamiento con transparencia y rapidez. Esto atrae tanto a grandes fondos como a inversores minoristas, quienes ahora pueden acceder a este activo seguro con montos muy bajos, aumentando la inclusión financiera y la liquidez del mercado.

En el sector de la agricultura y recursos naturales, la tokenización permite certificar la propiedad y cadena de custodia de productos como granos, minerales o metales preciosos. Con contratos inteligentes, los pagos y transferencias se automatizan, mejorando la eficiencia y reduciendo fraudes o disputas. Además, esta tecnología da pie a nuevos modelos de financiamiento mediante activos reales y respaldados por producción tangible.

Otro uso emergente es la tokenización de derechos de propiedad intelectual y licencias, que facilita la monetización y transferencia de estos activos intangibles. Artistas, desarrolladores y empresas usan estos tokens para financiar proyectos y compartir ingresos de forma directa y transparente, agilizando la gestión de derechos y eliminando intermediarios tradicionales.

La combinación de estos casos amplía el ecosistema financiero descentralizado (DeFi), vinculando el mundo digital con el real de manera segura y confiable. Se espera un crecimiento explosivo de estos modelos en regiones como Europa y Asia, apoyados en marcos normativos cada vez más claros que impulsan la adopción global.

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